La economía rural colombiana enfrenta grandes desafíos que exigen estrategias de inversión pública efectivas. Mejorar la infraestructura, brindar capacitación y facilitar financiamiento son claves para impulsar su desarrollo. Fomentar prácticas sostenibles y acceso a mercados brinda nuevas oportunidades, transformando vidas y promoviendo una Colombia más equitativa y próspera.